01. Abadía de Fontenay
Uno de los primeros monumentos franceses inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1981, la abadía fue uno de los primeros monumentos franceses en figurar en esta prestigiosa lista, que reconoce el valor excepcional tanto del conjunto abacial de Fontenay como de su entorno natural. Un poco de historia Situada entre Auxerre y Dijon, la abadía de Fontenay fue fundada en 1118 por San Bernardo de Claraval, figura carismática de la reforma cisterciense. Es la abadía cisterciense más antigua del mundo que se conserva. Tras la Revolución Francesa, que provocó la marcha de los monjes, se convirtió en la sede de la fábrica de papel de los hermanos Montgolfier. Sus descendientes, la familia Aynard, son ahora responsables de la notable restauración y conservación de todos los edificios de estilo románico: la iglesia abacial, el dormitorio de los monjes, el claustro, la sala capitular, la habitación de los monjes y la fragua.