01. Hospices de Beaune
También conocido como Hospices de Beaune, el Hôtel-Dieu es probablemente el edificio más emblemático de Borgoña. Con sus tejados de mosaico de tejas vidriadas, sus ventanas abuhardilladas adornadas con veletas doradas con hojarasca, su gran patio interior es un orgullo del estilo Burgondo flamenco. En aquella época, el Ducado de Borgoña se extendía hasta Bélgica y los Países Bajos.
Ahora transformada en museo, esta fundación hospitalaria es un ejemplo excepcional de la arquitectura civil bajomedieval.
Las visitas propuestas incluyen paseos insólitos por los jardines aromáticos, por los archivos y por las suntuosas bodegas del siglo XV, sede de una producción vinícola de renombre internacional.
Tenga en cuenta que el museo está abierto al público.